Nuestro "jugar un mundial".
¿Quién no soñaba de chico con ser futbolista y jugar un mundial? Nosotros.
Nunca nos gustó el fútbol. Y nunca quisimos jugarlo.
Ni siquiera en las horas libres, cuando se armaba sin arcos y con un bollo de papel de diario envuelto en cinta de embalar, y era más por correr y pegar que por lo poco que tenía de fútbol.
Y cuando era un partido serio y nos convencían de mala gana porque siempre faltaba alguno, nos daba lo mismo que nos dieran la 10 o si teníamos que usar la que había sido la 80 cuando el 8 todavía estaba pegado.
Nunca nos gustó el fútbol. Ni él gustó de nosotros.
Y los que más lo sufrieron fueron nuestros viejos, que hicieron todo lo posible para inculcarnos la pasión por la redonda. Pero siempre se la devolvimos cuadrada.
Para nosotros el pan y queso siempre vinieron en tablita, y un picado, si era tinto, los acompañaba bien igual.
Siempre quisimos ser publicistas. Y de chicos, soñábamos trabajar con Agulla.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)